
Un tema que siempre me ha inquietado es que cada una de las personas sea tratada como ser único e irrepetible. Para mi es uno de los retos que tienen nuestras escuelas, porque deben hacer sentir al alumno especial, y que se hacen esfuerzos específicos orientados a su crecimiento. Sin embargo al mismo tiempo tiene que haber un contrapeso, y no podemos inculcar el libertinaje ni el egoismo; la singularidad va más con la autenticidad de la persona, que tenga una identidad forjada por él mismo. Existe una línea divisoria muy delgada entre los 2; y esta en nosotros porocurar que la niñez se conozca a si misma, pero siempre con un bien común.
No hay comentarios:
Publicar un comentario