lunes, 11 de agosto de 2008

Hacia una sociedad del conocimiento

Actualmente ya no existe la limitante que existía hace algunos años de tener rápido acceso a la información, se puede encontrar de manera mucho más accesible y directa a través de la red. En realidad se podría decir que tenemos una sobreinformación y estamos bombardeados por muchos frentes.

También es cierto que hay información clasificada o confidencial a la que el acceso es restringido, y que es vendida muy cara (y creo que esto es necesario, porque el esfuerzo para obtenerla ha costado). Por otro lado también hay que estar muy atento porque la fiabilidad de la información porque ahora cualquier timador puede publicar cualquier cosa que se le viene a la cabeza.

Por eso veo importante que sepamos clasificarla, saber de dónde viene, dónde buscar, discriminarla, compararla con otras fuentes, para que de esta manera sea lo más fidedigna posible.

Una vez teniendo la información, lo importante es crear el conocimiento, saber que hacer con dicha información. Tener información no sirve de mucho si no somos capaces de utilizarla y aplicarla a nuestra conveniencia. Este el paso que debemos dar para la transición de la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento

sábado, 9 de agosto de 2008

Fomentar en los niños el gusto por el estudio










Cuando las cosas se hacen por convencimiento los resultados suelen ser mejores, porque la implicación del individuo al realizar la tarea es más ardua y existe un mayor compromiso. Por eso veo de vital importancia propiciar que el alumnado adquiera el gusto el estudio y sea por propia iniciativa que lo hace. Es importante que el hábito lo adquieran ellos mimos; siendo nosotros los educadores meramente la figura de facilitadores, una especie de guía, que promovamos actividades y les demos las herramientas que ellos necesitan.

Si somos capaces de lograr este gusto, entonces los niños no sentirán que el estudio es una obligación y siempre estarán en búsqueda de nuevo conocimiento.

Programa de Reciclaje

miércoles, 6 de agosto de 2008

Ecología

Mucho se habla últimamente de la consciencia verde, de que debemos preocuparnos por el planeta debido a que en los últimos años lo hemos devastado mucho. Se hacen campañas publicitarias, películas, reportes, publicaciones entre otras cosas. La información es concreta y si vemos que realmente esta pasando algo. Pero no basta con esto; necesitamos pasar a la acción.

Lo que nos toca como individuos es hacer un análisis interno y ver si realmente nosotros estamos ayudando en algo para revertir esta situación. Muchas veces las acciones no se ven, pero hay que hacerlas; esto no nos debe detener.

Emprender acciones ecológicas (plantar árboles, separar basura, reciclar, reutilizar materiales, no desperdiciar recursos, aprovechar al máximo los recursos, etc) denota una fuerte base de valores, demuestra que no somos egoístas con los demás, no tenemos la intención de dañar y que tenemos una actitud de cooperación.

Una vez teniendo compromiso personal, esto se manifestará para los demás en un compromiso social que a su vez se proyectará en un compromiso con la naturaleza. Es por ello que nosotros que estamos convencidos de ayudar tenemos retos como concientizar y sensibilizar a las personas que aún no sepan de la gravedad de la situación e invitarlos a la acción con las herramientas con las que contemos. Recordemos que la formación de las personas es la mejor arma contra esta amenaza.

domingo, 25 de mayo de 2008

Una comunidad de aprendizaje


En el pasado y todavía en la actualidad, la educación estaba enfocada en la acumulación de conocimientos a través del dictado y la memoria de éstos. La tecnología era escasa y sus componentes muy costosos. Aún hoy, a pesar del avance de la tecnología, para muchos sigue siendo inalcanzable y todavía la enseñanza va del maestro hacia el alumno.
La educación se imparte en un edificio y a veces los padres todavía perciben a las escuelas como guarderías. Los profesores son profesionales “autorizados” y eventualmente los alumnos son como menciona Paulo Freire, los educandos en quienes se depositan todos los conocimientos y que nunca dejan de ser “los que no saben y hay que educar”. Ocasionalmente la industria percibe a los graduados como trabajadores en una cadena de montaje.
Los resultados de este tipo de educación los conocemos. Nuestro país se encuentra en una situación no tan diferente a la del pasado; todavía existe una condición grave de pobreza e ignorancia; los resultados en evaluaciones internacionales son preocupantes y todavía existe un país dividido entre los que “saben” y los que no.
Son estos resultados los que han evidenciado nuestras carencias, nos han despertado y por lo menos podemos ya darnos cuenta de ello, lo cual es un gran avance.
Es preciso que reconozcamos que la educación de ahora ya no puede ni debe ser como la de antes.
Que comprendamos que maestros y alumnos, debemos formar entre todos una comunidad de aprendizaje que no sea en una sola dirección, sino una manera que nos coloque tanto a alumnos como a maestros en el lugar de seres humanos con libertad y autenticidad de pensamiento, capaces de aportar y al mismo tiempo aprender. Cuando percibimos la educación desde este sitio, comprendemos entonces que cualquier persona es alumno y maestro a la vez; que los conocimientos se construyen socialmente y son reinventados dependiendo del contexto, que la escuela se encuentra en todas partes, que también es un lugar en el cual los padres pueden aprender, y que podemos relacionarnos con el otro con tanto respeto y confianza que nos volvemos promotores de aprendizaje y crecimiento en nosotros y los demás.
Es lo dicho pues, el panorama de libertad y desarrollo que deseamos en un futuro no muy lejano y el maestro por lo tanto es y debe ser un revolucionario, aquél que tiene el poder de transformar su propia vida y tiende a su liberación y por ende a la de sus alumnos.
Considero que aunque hay mucho por hacer, como país estamos dando un primer paso, que es el de identificar y proyectar una sociedad educativa para el futuro. Nosotros, como integrantes esenciales de este ámbito no podemos más que orientarnos de la misma manera.

sábado, 10 de mayo de 2008

La calidad en la escuela


En la actualidad existe la necesidad de ofrecer servicios de calidad en todo el mundo, y el ámbito de la educación, por su naturaleza formativa, debe ser el primero en poner el ejemplo. La escuela, al ser el lugar donde los seres humanos aprenden a trabajar, a relacionarse, a solucionar problemas y a convivir, tiene una gran responsabilidad. La responsabilidad de ofrecer una educación de calidad y hacia la calidad, a través del análisis de aquello que se ha realizado de manera adecuada y aquello que no; asimismo debe asumir la responsabilidad de mejorar cada día, buscando las estrategias adecuadas para ello.

La escuela es un gran sistema compuesto de tres subsistemas: el de los maestros, el que conforman los alumnos y el subsistema que conforman los padres de familia. Por lo tanto una educación de calidad se obtiene únicamente con el funcionamiento adecuado de cada una de estas partes. Sólo con el esfuerzo y la colaboración de cada una de ellas y el compromiso de ser mejores como personas es que crearemos un bienestar propio, el cual a su vez, generará un bienestar auténtico en los demás. Sólo por medio del trabajo colaborativo entre alumnos, padres de familia y maestros es que conseguiremos evolucionar como sistema y generar cambios importantes y reales en nuestra sociedad.

Al ser la misión de la escuela formar seres humanos integrales, funcionales y productivos para la vida de un país debemos reconocer que ésta sólo se logra de manera real, por medio de una cultura de calidad, congruencia y perseverancia, como fruto del trabajo hecho de manera consciente, con el pleno conocimiento de aquello que se realiza, cómo se realiza y su trascendencia. Lo anterior permitirá alcanzar la efectividad en la labor que llevamos a cabo dentro de una escuela.

Una forma objetiva de percibir el mundo, con toda su belleza y sus dificultades, así como nuestra capacidad de auto-conocernos y auto-evaluarnos como seres humanos y como comunidad educativa, será lo que nos conceda la libertad de identificar nuestras fortalezas y áreas de oportunidad y verlas como retos, trabajar en ellas en función de nosotros mismos y nuestra misión.

En conclusión, en la formación de seres humanos para quienes la calidad sea una forma de trabajo así como una forma de vida, es indispensable que la escuela ingrese en una cultura de calidad para sí misma, a través de un diagnóstico que nos permita conocernos desde las tres distintas perspectivas y por lo tanto mejorar.

domingo, 4 de mayo de 2008

Ir hacia una especialización


Como es sabido se dice que el desarrollo de los países emergentes es eminente y van a tener un crecimiento acelerado en años venideros. Se dice que el bloque más fuerte de países en vías de desarrollo son Brasil, Rusia, India y China, y es conocido como BRIC.

A parte del BRIC otros países con potencial de crecimiento, en segundo término, incluyen a México, Sudáfrica, Corea del Sur, Europa del Este, países árabes.

Debido a la fuerte competencia existente, veo la creciente necesidad de crear servicios especializados, no ser simplemente mano de obra barata, sino mano de obra calificada y con cierto nivel de capacitación. Debemos dar un plus a nuestros servicios, y tener un distintivo especial con respecto a las otras naciones. Un claro ejemplo de ello es la India, en donde tanto el gobierno como muchas empresas han decidido invertir en capacitación de los empleados para poder trasladar muchos servicios de outsourcing a este país (telecomunicaciones, computación, servicios médicos, entre muchos otros).

Yo veo que la cercanía de México con Estados Unidos, además del ingenio natural del mexicano (que compensa el legado servicial histórico con el que contamos, y la espantosa ley federal de trabajo que apoya sindicatos y demás masquiña) puede ser un factor determinante para impulsarnos hacia un advenimiento de servicios terciarios especializados (sin descuidar la base de nuestra economía que sigue siendo el sector primario, y en menor medida el secundario).

Y para lograr esto nos debemos de apoyar tanto del gobierno como de la iniciativa privada. La creación de programas académicos especiales de educación media-superior es de vital importancia, debido a que aceleraríamos el tiempo de formación dedicado a actividades en los ramos en que se necesitaría dicha especialización.

Educación en casa vs Educación en la escuela


El título del post es tendencioso porque obviamente el estudiante esta influenciado por ambos tipos de educación (familiar y escolar) y una no puede negar o abolir la influencia de la otra, son complementarias y necesarias para formar al individuo.

Sin embargo, siempre me he preguntado en que medida la educación familiar influye en los hábitos escolares, y viceversa, de qué manera lo aprendido en las aulas trasciende en el nido hogareño. No cabe duda que en cada individuo la historia cambia y hasta en 2 hermanos gemelos que viven bajo un mismo techo y van a la misma escuela el resultado de la influencia de cada institución es diverso.

En casa se suele dar la educación religiosa, valores familiares (compartir, respetar a los mayores, responsabilidades dentro del núcleo familiar), habitos en el hogar (hacer la limpieza, aseo personal, tirar basura). En la escuela se suele impartir la formación didáctica y conceptos básicos en materias principales para darnos a entender con nuestro entorno, relacionarse con gente fuera de la familia, responsabilidad de tareas.

Cada caso es particular, por lo que sería interesante que las escuelas evalúen a cada estudiante, viendo el grado de influencia de cada institución sobre el mismo y en esa medida ver como se puede ayudar a cada uno (por proponer no pasa nada, jajaj).

jueves, 3 de abril de 2008

El papel de la mujer



Antes que ser mamá, esposa, o profesionista, es necesario que recordemos que somos seres humanos, mujeres con un cuerpo, un alma y una mente. Y esto es tan importante que si llegamos a olvidar cuidar cualquiera de estas áreas, todo nuestro sistema se desequilibra, incluyendo nuestro mundo interior y todo lo externo que nos rodea. Sólo desde un equilibrio aceptable, podremos asumir distintos roles como mencioné anteriormente, el ser mamá, esposa, profesionista, hija, hermana o amiga.

Y para poder desempeñar estos roles adecuadamente es necesaria una profunda comprensión de la naturaleza humana, de nuestra naturaleza femenina y asumir la responsabilidad que ello implica. Al llevar a cabo esto, estaremos por ende, poniendo el ejemplo a quienes nos rodean y les enseñaremos el camino, más no lo caminaremos por ellos, puesto que nosotros tenemos el propio y ellos han de sentir la libertad de experimentar y buscar el suyo. Si asumimos nuestra responsabilidad como seres humanos integrales, funcionales y reales que somos, estaremos entonces asumiendo la responsabilidad que tenemos sobre nuestros semejantes así como sobre nuestro planeta y nuestros recursos naturales; estaremos cumpliendo con nuestra función y seremos capaces de convivir realmente desde nuestra independencia y satisfacción personal y no llevar en los hombros una carga tan pesada que poco a poco vaya acortando nuestros pasos hasta hacernos frenar. Por lo tanto, estaremos siendo congruentes entre lo que sentimos, pensamos, decimos y actuamos.

Es cierto que las mujeres por mucho tiempo hemos sido reprimidas y dependientes, restringidas por la sociedad en algunas áreas de nuestra vida. Pero es cierto también, que dicha represión nos ha brindado la oportunidad de crecer de otra manera, de evolucionar desde el interior y hacernos más fuertes. Al punto de comprender que no son los extremos la solución a los problemas del mundo, sino la búsqueda real y auténtica de un equilibrio. Somos más libres de sentir, reír y llorar, percibir el sufrimiento y la alegría propios y de los demás, de crecer emocionalmente y hay que aprovecharlo para generar cambios importantes orientados al beneficio de los seres humanos, de otras especies y en general del mundo en que vivimos.

El papel de la mujer entonces es fundamental ya que más que desarrollar productos, en cualquiera de los roles mencionados, generalmente desarrollamos seres humanos y somos nosotras quienes los hacemos mujeres u hombres capaces de tomar decisiones, asumir las consecuencias y aprender.

Por todo lo mencionado anteriormente, me parece que es nuestro deber prepararnos y crecer, actualizarnos y adaptarnos al mundo en que vivimos, siempre cambiante, siempre un reto.

jueves, 16 de agosto de 2007